A
CDG , a quien pertenece el primer verso.
"Soy un treinta y uno de febrero"
Un día que no existe, la nada
desnuda, que perdió la ropa
en un cuarto, entre sábanas
de espuma.
Soy un treinta y uno de febrero,
vacío, olvidado.
Olvidado, no. No se olvida
lo que no se ha creado, lo marchito,
lo que quedó en la imaginación
de algún escritor maldito.
Treinta y un día en un mes de veintiocho
o veintinueve.
Treinta y un día, perdido, ciego, sin memoria.
Soy un treinta y uno de febrero aciago.
Rosa M.